Llegó el verano y con él el deseo de disfrutar de melones, sandías y albaricoques frescos al primer bocado. La OCU advierte que, más allá del sabor, la forma en que compramos la fruta determina su durabilidad y su seguridad alimentaria. Elegir la pieza perfecta no es solo una cuestión de apariencia, sino de aplicar criterios que garanticen frescura y eviten riesgos de contaminación.
Observar el color, palpar la piel y oler cada pieza se convierten en rutinas indispensables. La OCU ha estudiado más de 90 marcas y variedades, concluyendo que la única manera de proteger tu salud y tu bolsillo es optar siempre por ejemplares enteros y prepararlos en casa con higiene.
9Prepara la fruta con mimo

Partir la fruta en casa te permite ajustar el grosor de las rodajas al gusto de cada comensal y asegurar que cada pieza llegue fresca a la mesa. La OCU señala que este acto se convierte en una rutina de cuidado personal y gastronómico, que mejora notablemente la experiencia de consumo.
Guardar las porciones sobrantes en recipientes herméticos o con film retrasa la oxidación y mantiene la firmeza… Convertir la preparación en un momento de mimo enriquece el placer de comer fruta.