Llegó el verano y con él el deseo de disfrutar de melones, sandías y albaricoques frescos al primer bocado. La OCU advierte que, más allá del sabor, la forma en que compramos la fruta determina su durabilidad y su seguridad alimentaria. Elegir la pieza perfecta no es solo una cuestión de apariencia, sino de aplicar criterios que garanticen frescura y eviten riesgos de contaminación.
Observar el color, palpar la piel y oler cada pieza se convierten en rutinas indispensables. La OCU ha estudiado más de 90 marcas y variedades, concluyendo que la única manera de proteger tu salud y tu bolsillo es optar siempre por ejemplares enteros y prepararlos en casa con higiene.
7Respeto a la estacionalidad

Seguir el calendario natural de cosechas es un consejo vital de la OCU: melocotones y albaricoques en julio, cerezas en junio, paraguayos en agosto. Cada estación imprime características únicas en las frutas que no se replican con cultivos forzados o importaciones de meses anteriores.
Optar por lo que toca en tu mercado local apoya la producción sostenible y garantiza que la fruta provenga de proximidad y en su punto óptimo. Consumir de temporada es salvar la distancia entre el árbol y tu mesa, con todo su sabor intacto...