Llegó el verano y con él el deseo de disfrutar de melones, sandías y albaricoques frescos al primer bocado. La OCU advierte que, más allá del sabor, la forma en que compramos la fruta determina su durabilidad y su seguridad alimentaria. Elegir la pieza perfecta no es solo una cuestión de apariencia, sino de aplicar criterios que garanticen frescura y eviten riesgos de contaminación.
Observar el color, palpar la piel y oler cada pieza se convierten en rutinas indispensables. La OCU ha estudiado más de 90 marcas y variedades, concluyendo que la única manera de proteger tu salud y tu bolsillo es optar siempre por ejemplares enteros y prepararlos en casa con higiene.
3Durabilidad y coste

La OCU destaca que la fruta precortada conlleva un coste por kilo significativamente superior al de la pieza entera, hasta un 50 % más, sin aportar beneficios adicionales. Al mantener la fruta completa, no solo ahorras en la compra inicial, sino que también prolongas su vida útil varios días, evitando su deterioro prematuro en la nevera…
Guardar un melón o una sandía entera en la zona más fría del frigorífico permite disfrutarlo durante toda la semana, mientras que los trozos precortados tienden a oscurecerse y perder firmeza en menos de tres días. Elegir la fruta entera es, en definitiva, la forma más rentable y sostenible de mantener tus provisiones frescas y seguras.