A pesar del duelo permanente de los taxis con las aplicaciones de la llamada «nueva movilidad» la realidad es algo más compleja que eso. Si bien algunas organizaciones del mundo del taxi existen precisamente para organizar protestas y para enfrentarse a aplicaciones como Uber, Cabify, Bolt y, en menor grado, FreeNow, pues defienden que es un modelo que no es compatible con la existencia del taxi.
El problema es que son muchos los taxis que tienen presencia en alguna de estas aplicaciones. No es demasiado extraño pedir un Uber o un Cabify y ver como llega un taxi que además de operar esperando la típica señal de la mano, cuenta con estas aplicaciones para sumar viajes a su facturación diaria, se suma el caso particular de FreeNow que, de momento, solo trabaja con taxis aunque será interesante seguir de cerca cómo realizan sus operaciones una vez que se concrete la compra por parte de la norteamericana Lyft. Lo cierto es que al hablar con estos conductores evidencian que son cada vez más los usuarios que prefieren usar una app antes de llamar una centralita o esperar en la calle por un taxi.
El reto entonces es adaptarse y con las 4 aplicaciones de transporte ofreciendo a los usuarios la opción de pedir un taxi, aunque siempre con un precio cerrado, es una oportunidad de acercarse a los usuarios. Al mismo tiempo, el reclamo de organizaciones extremistas del sector hace difícil el día a día de estos taxistas, y dificulta algunas dinámicas como las de FreeNow o Uber Taxi, cuyos conductores se arriesgan a ciertos vandalismos y a ser señalados en espacios de descanso o los parkings para los taxistas. Esta situación ya ha sido denunciada internamente, pero es difícil evitar que se repita.
Se suma, por supuesto, que en ciudades como Barcelona o Madrid los taxistas y las VTC tienen problemas incluso cuando se cruzan por la calle. Además, para los conductores de Uber, Cabify y Bolt los taxistas presentes en las aplicaciones tienen una ventaja injusta, pues pueden usar los carriles de taxi y autobús, un privilegio que los conductores de estas plataformas han pedido no solo en España sino en países como Reino Unido.
UNA CONTROVERSIA COMPARTIDA CON LOS CONDUCTORES DE VTC
Toca señalar que los taxistas no son los únicos molestos con la presencia de los taxis en estas aplicaciones. Ya varios conductores, y algunas organizaciones de autónomos, como el caso de Anacon VTC, han señalado que la presencia de los taxis en las aplicaciones debería retirarse, separando el modelo de ambos sectores. Es cierto que FreeNow escapa de esta situación, pero sobre todo con la entrada de nuevas licencias en Madrid es de esperar que haya algunos conductores que consideran clave mantener unos buenos datos de facturación.

En cualquier caso, no es una posición que consideren las empresas del sector, que siempre han defendido la necesidad de la convivencia con el mundo del taxi. La realidad es que el reto de equilibrar ambos sectores en ciudades como Madrid o Barcelona siempre ha sido complicado, al punto que se han terminado asumiendo posiciones antagonistas en las dos ciudades a nivel legislativo en cuanto a la estrategia para acercarse a este tipo de plataformas de transporte.
LOS TAXIS MANTIENEN SU DIVISIÓN CON LAS NUEVAS LICENCIAS DE MADRID
Esta división sobre mantener o no una presencia en estas plataformas es parte también de lo que ha dividido las posiciones de los taxistas sobre las protestas del sector sobre las nuevas licencias de VTC otorgadas a Cabify. Esto se ha traducido en protestas con mucho menos alcance que las de otras comunidades autónomas, o incluso de otros casos en Madrid, como cuando se aprobó la controvertida ley de transporte del gobierno de Isabel Díaz Ayuso.
Mientras tanto, en Cataluña la situación es diferente, con los de Salvador Illa manteniendo silencio sobre la nueva ley de transporte que se debe discutir después del verano. Se espera que esta vaya en contra del funcionamiento de las VTC en la Generalitat, pero de momento todavía no se ha mostrado la ley ni en el Parlament ni a las plataformas como Uber, Cabify, Bolt o incluso FreeNow, ahora en manos de Lyft.