Llega el verano y las vacaciones nos empujan a recorrer carreteras hacia la costa o el campo. Con el calor apremiando, muchos optan por subir al coche con chanclas, ese calzado ligero y veraniego que, sin embargo, puede poner en jaque el control del vehículo. La DGT aclara de forma definitiva que, aunque no exista una norma que prohíba expresamente conducir con chanclas, su uso puede derivar en multa si compromete la seguridad.
El Reglamento General de Circulación exige al conductor actuar con diligencia y mantener libertad de movimientos en todo momento. Artículos como el 3.1 y el 13 subrayan la necesidad de dominio total del coche y atención constante. Por tanto, aunque no dice “prohibido chanclas”, basta un desliz para que un agente impute falta de control y aplique la sanción oportuna, de hasta ochenta euros.
8Respeto al reglamento

Conducir implica una responsabilidad que va más allá de mantener la velocidad permitida. El Reglamento General de Circulación exige condiciones de seguridad que incluyen, implícitamente, calzado adecuado. La DGT interpreta cualquier elemento que limite el control como potencial infracción.
Asumir esa responsabilidad equivale a conducir con prudencia y previsión: elegir el zapato correcto y respetar la mecánica de la norma garantizan derechos y evitan sanciones. El reglamento existe para proteger vidas, no para complicar el viaje...