Llega el verano y las vacaciones nos empujan a recorrer carreteras hacia la costa o el campo. Con el calor apremiando, muchos optan por subir al coche con chanclas, ese calzado ligero y veraniego que, sin embargo, puede poner en jaque el control del vehículo. La DGT aclara de forma definitiva que, aunque no exista una norma que prohíba expresamente conducir con chanclas, su uso puede derivar en multa si compromete la seguridad.
El Reglamento General de Circulación exige al conductor actuar con diligencia y mantener libertad de movimientos en todo momento. Artículos como el 3.1 y el 13 subrayan la necesidad de dominio total del coche y atención constante. Por tanto, aunque no dice “prohibido chanclas”, basta un desliz para que un agente impute falta de control y aplique la sanción oportuna, de hasta ochenta euros.
2Cambia de calzado antes de arrancar

La solución más sencilla es llevar un par de zapatillas cerradas en el maletero y calzarlas antes de poner el coche en marcha. La DGT recomienda sustituir las chancletas por zapatos deportivos o mocasines que sujeten el talón y permitan un contacto firme con el pedal. Esa práctica no añade más de treinta segundos al comienzo del viaje y puede ahorrarte una multa incómoda.
Además, un calzado adecuado favorece el manejo de los pedales durante trayectos largos o en situaciones de frenada de emergencia. Evitarás que la suela se deslice o el pie quede atrapado al cambiar de marcha. Esa precaución mínima es uno de los consejos de seguridad vial más sencillos y eficaces para reducir accidentes y garantizar un viaje tranquilo en cualquier ruta estival.