miércoles, 23 julio 2025

«La carretera no es tu baño»: la multa de 200€ y 3 puntos por orinar en el arcén que muchos ignoran

Recibir una multa por una necesidad fisiológica durante un largo viaje en coche puede sonar a broma pesada, pero es una realidad que miles de conductores en España desconocen. Esa parada aparentemente inofensiva en el arcén para aliviarse, un gesto que muchos han realizado o se han planteado hacer, puede acarrear consecuencias económicas y administrativas severas. Lo que parece una solución rápida a un problema urgente se convierte en un riesgo para la seguridad vial, y la Dirección General de Tráfico no duda en sancionarlo con rigor, transformando un simple alivio en un verdadero quebradero de cabeza que pocos conductores anticipan. La sanción no solo afecta al bolsillo, sino también al carné de conducir, una doble penalización por un acto común pero gravemente malinterpretado.

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El quid de la cuestión no reside en el acto de orinar en sí, que puede ser sancionado por otras vías, sino en el hecho de detener el vehículo en un lugar no habilitado para ello sin una causa de fuerza mayor. El arcén es una zona de alto riesgo, concebida exclusivamente para emergencias reales, y detenerse por un apretón no entra en esa categoría. Por tanto, el desconocimiento de la normativa no exime de su cumplimiento, una máxima legal que en la carretera adquiere una dimensión especialmente crítica por las vidas que están en juego. Entender por qué este gesto aparentemente trivial es tan peligroso y está tan perseguido es fundamental para cualquier persona que se ponga al volante en nuestro país.

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MÁS ALLÁ DEL BOLSILLO: UN GESTO QUE PUEDE COSTAR LA VIDA

Fuente Pexels

El verdadero motivo detrás de la dureza de esta normativa no es otro que la seguridad vial. Las estadísticas de siniestralidad en España y en toda Europa demuestran que el arcén es uno de los puntos más negros de las carreteras. Los vehículos detenidos, incluso con la señalización de emergencia activada, son obstáculos inesperados que pueden no ser vistos a tiempo por otros conductores, especialmente en condiciones de baja visibilidad, de noche o si el conductor que se aproxima sufre una distracción. Esta multa intenta prevenir tragedias, ya que una colisión por alcance contra un vehículo parado en el arcén suele tener consecuencias devastadoras, con un alto índice de fallecidos y heridos graves.

El peligro no es solo para quienes circulan, sino fundamentalmente para los ocupantes del vehículo detenido. Al bajarse del coche, la persona se expone a ser arrollada a velocidades superiores a los 100 kilómetros por hora. El efecto pantalla de otros vehículos más grandes, como camiones o autobuses, puede hacer que un conductor no vea a una persona en el arcén hasta que es demasiado tarde. Por ello, la normativa es inflexible, considerando que el mínimo riesgo de provocar un accidente mortal es infinitamente más grave que la incomodidad de esperar hasta la siguiente área de servicio para satisfacer una necesidad personal. La prevención es la única herramienta eficaz en este escenario.


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