La DGT advierte de un fenómeno que puede convertir un viaje tranquilo en un riesgo latente: el llamado efecto rebote. Muchos conductores recurren al café o bebidas energéticas para combatir el sueño en trayectos largos, pero lo que al principio parece un impulso de energía puede terminar en un bajón de atención aún más intenso.
Con temperaturas veraniegas y jornadas maratonianas al volante, entender cómo funciona este sube y baja corporal resulta clave para conducir con seguridad. En las próximas líneas, aprenderás a reconocer sus señales, saber por qué ocurre y qué medidas tomar para no caer en su trampa.
1Qué es el efecto rebote y por qué ocurre

El efecto rebote aparece cuando la cafeína o estimulantes similares enmascaran la fatiga, produciendo un aumento súbito de alerta. Esa falsa sensación de energía termina por revertirse con más intensidad, dejando al conductor más cansado que antes.
Cuando el cuerpo metaboliza el estimulante, se produce un descenso brusco de neurotransmisores vinculados al estado de vigilia. Ese “bajón” posterior reduce la capacidad de reacción y provoca somnolencia inesperada, un peligro real para quien cree estar más despierto de lo que realmente está.