La DGT está embarcada en una revolución silenciosa que afectará a cómo nos movemos por las ciudades. Apostando por una movilidad más eficiente y segura, propone fomentar la ocupación mínima de dos personas por coche en núcleos como Madrid, emulando políticas europeas de carriles VAO. Esta iniciativa busca reducir atascos, emisiones y, de paso, mejorar la convivencia urbana.
Junto a ella, sobre la mesa figuran otras medidas polémicas: limitar un coche por vivienda o cobrar una tasa diaria a los no residentes en Islas Baleares. Aunque estén aún en análisis, todas marcarán un antes y un después en la forma de entender el desplazamiento particular.
4Control tecnológico: sensores y cámaras

Para garantizar el cumplimiento de las nuevas normas, la DGT estudia desplegar sensores térmicos y cámaras inteligentes capaces de verificar ocupantes y registrar matrículas. La mirada electrónica automatiza la vigilancia y libera a los agentes de controles manuales.
Estos sistemas, en fase de pruebas.. deberán distinguir incluso ventanas tintadas y ángulos de cámara. La implantación requerirá inversiones en infraestructuras y pilotos previos para ajustar sensibilidad y minimizar errores en sanciones.