viernes, 18 julio 2025

«Sueños de Libertad»: A Andrés le invaden los celos al descubrir a Begoña en los brazos de Gabriel​

El amor, los celos y las decisiones precipitadas vuelven a sacudir la colonia en el último capítulo de Sueños de Libertad. La trama se enreda como una madeja imposible de deshilvanar cuando Andrés descubre a Begoña en brazos de Gabriel desatando una tormenta de emociones que promete sacudir sus vidas. A las puertas de los muros industriales, Julia luchará con su conciencia, Marta dudarán de su futuro con Pelayo, e Irene se dejará arrastrar por una pasión prohibida.

Publicidad

1
CELOS QUE QUEMAN

Fuente: Atresmedia

Los celos son un veneno que corroe lentamente, y Andrés acaba de tragarse un trago agrio en Sueños de Libertad. Cuando pilla a Begoña y a Gabriel, enseguida se indigna: su sufrimiento le impide pensar. ¿Sólo posee el sentimiento que tiene, o es algo más que no se atreve a jugarse? El campo, cuando ve a Begoña y a Gabriel encadenados con miradas entrañadas no hace más que avivar el fuego, como lo espera allí Manuela en la casa; y porque prefiere el silencio, María puede ser la que llave para conocer la mentira.

El paseo en el campo de Begoña y de Gabriel no es un simple paseo casual coincidencia, sino la cicatriz de una ocasión decisiva donde Begoña se vuelve hacia Gabriel. Cada risa intercambiada, cada mirada de complicidad, es como un cuchillo que se clava en el corazón de Andrés. ¿Qué ha cambiado entre todos ellos desde la última vez de forma que se vieron? Él se ha vuelto galante, mientras que había sido médico, y, al mismo tiempo, Andrés se siente competir pero sin la certeza de que pueda conseguirlo. En la ocupación de él, el lado maternal de ella fue y ha quedado totalmente caduco por la dejadez.

Sin embargo, los celos de Andrés no se limitan solo a Begoña, sino que también se centran en lo que ella representa: una segunda oportunidad que se le escapa. Su matrimonio con Marta no puede ser calificado más que como una farsa, un pacto de conveniencia que ahora lo está asfixiando. Cuando Andrés ve a Begoña feliz en brazos de otro hombre supone la pérdida de su amor, pero también se le escapa una visión de su propia vida que consideraba auténtica.

Y cuando tras haberla visto se decide a salir a buscarla no es sólo para tratar de recuperarla, sino para darse gusto a sí mismo, para demostrarle que también tiene un control sobre su vida que se prolonga, más allá de la mujer que ama, y que es capaz de aprovechar las circunstancias cuando así lo estime conveniente. Pero el destino no siempre es el que uno desea.

Atrás

Publicidad