La aprobación, por parte de la Comunidad Autónoma de Madrid (CAM), de las más de 8.500 licencias de VTC solicitadas por Cabify también obligaba al unicornio español a buscar la estrategia para gestionarlas. Es que la empresa siempre las ha gestionado a través de filiales diseñadas para eso, como el caso de la famosa Vecctor, pero el número de nuevas licencias en la capital es suficientemente alto que han registrado una nueva empresa para este trabajo.
Se llama Altavia VTC, y aparece en el registro mercantil de la CAM desde el pasado 9 de mayo. Según el registro, su objetivo social es el alquiler de vehículos con conductor o sin conductor, la compra, venta y alquiler de vehículos, así como otros bienes y servicios relacionados con el transporte, exceptuando el arrendamiento financiero activo, tanto mobiliario como inmobiliario y el transporte de mercancías. Lo esperado es que la empresa se encargue de gestionar las licencias cuando estén asignadas a un vehículo y los contratos y sueldos de los conductores.
No debería ser complicado de cara al futuro inmediato, por un lado, después de todo la empresa ya ha confirmado que el objetivo no es que las 8.500 licencias empiecen a operar todas al mismo tiempo, por lo que podrán ir activándolas poco a poco. En principio, según fuentes del sector, acogería unas 600 licencias, que incluirían por supuesto los contratos de los conductores relacionados, así como encargarse los cambios en el contrato de estos trabajadores a futuro.
Sumado a lo que ha informado Cabify en los últimos días, también será clave la relación de esta empresa con los ayuntamientos fuera del centro de Madrid. Desde el unicornio español han dejado claro que la empresa tiene planteado que estas nuevas licencias funcionen mucho más allá de la M30, en zonas menos atendidas de la CAM, por lo que este será el reto principal de este nuevo operador de licencias.
LICENCIAS MÁS ALLÁ DE LA M30
Como se adelantó a través de Merca2 las nuevas licencias de Madrid, esas que tendrá que operar Altavia, no funcionarán únicamente en el centro de la ciudad. Desde Cabify han dejado claro que tienen los ojos puestos en lo que usualmente se considera la «periferia» de la capital. Municipios como Alcobendas, Alcalá de Henares o Pozuelo de Alarcón. Son espacios donde han captado una necesidad que cubrir, y que además de servir como oportunidad de negocio, pueden funcionar como un empujón reputacional clave en zonas de la Comunidad donde hasta ahora su presencia era mínima, y donde este tipo de opciones es clave.

«El estar en esos municipios va en beneficio de todos: de los ciudadanos porque disminuye su tiempo de espera de los servicios, y de los ayuntamientos porque pueden tener a un compañero de viaje como Cabify que les acompañe en todo aquello que ellos no pueden alcanzar», comentaba ayer el director de asuntos corporativos de la empresa española, Javier Garcia.
«Son muchos los consistorios que nos están llamando, y sobre todo, muchas las peticiones de madrileños que viven en esos municipios, lo que nos ha llevado a interesarnos por satisfacer sus necesidades. Insisto, estamos aquí para hacer más fácil la vida a la gente. Como empresa madrileña estamos a la altura de lo que nos piden los madrileños», sentencia.
LA TRANSFORMACIÓN DE CABIFY EN MADRID
Lo cierto es que la llegada de estas nuevas licencias a Madrid ya empieza a cambiar la forma en la que funciona Cabify. Una nueva empresa para gestionar estas licencias y una nueva estrategia para la periferia son solo el principio. Aun así, habrá que ver cómo reaccionan los usuarios, y los competidores, a las nuevas licencias de la empresa en la Comunidad.
De cualquier forma es también un punto a tener en cuenta en el futuro inmediato. Se suma que además, Cabify tendrá que lidiar también con la situación de Cataluña, donde la nueva ley de transporte puede hacer complicada su realidad en el corto plazo, aunque de momento el borrador de la ley sigue siendo un misterio para el sector.