domingo, 20 julio 2025

¿De viaje? Por qué nunca deberías cargar tu móvil en los puertos USB públicos de aeropuertos o estaciones

La batería de nuestro móvil es el talón de Aquiles de la vida moderna, una preocupación constante que nos acecha en los momentos más inoportunos, especialmente cuando estamos de viaje. Encontrar un puerto USB público en un aeropuerto, una estación de tren o una cafetería se siente como hallar un oasis en el desierto. Sin pensarlo dos veces, conectamos nuestro cable con la única intención de revivir ese dispositivo que es, a la vez, nuestro mapa, nuestra cartera y nuestra ventana al mundo. Pero esta acción, tan común y aparentemente inofensiva, puede ser la puerta de entrada a una pesadilla digital de la que es muy difícil escapar.

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Detrás de esa cómoda oferta de energía gratuita se esconde una amenaza cada vez más extendida y sofisticada conocida como ‘juice jacking’. Este anglicismo describe una técnica de ciberataque realmente perversa. Los delincuentes manipulan estos puntos de carga para convertirlos en herramientas de espionaje y robo. Mientras tú crees que solo estás recibiendo electricidad, los ciberdelincuentes pueden instalar software malicioso o extraer toda la información sensible que almacenas en cuestión de segundos, transformando un gesto de alivio en una vulneración total de tu privacidad y seguridad sin que te percates de nada.

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SEÑALES DE ALERTA Y LA REGLA DE ORO: CÓMO BLINDAR TU MÓVIL ANTE LA AMENAZA

Fuente Pexels

Detectar que has sido víctima de ‘juice jacking’ a posteriori es complicado, ya que los ataques están diseñados para ser sigilosos. Sin embargo, hay algunas señales que pueden levantar sospechas después de haber usado un puerto público. Si tu móvil empieza a funcionar de forma extrañamente lenta, la batería se agota mucho más rápido de lo normal, aparecen aplicaciones que no recuerdas haber instalado o el consumo de datos se dispara sin motivo aparente, podrías tener un problema. En ese caso, es crucial analizar el dispositivo con un antivirus de confianza y, en casos extremos, considerar restaurarlo a los ajustes de fábrica para eliminar cualquier software espía.

La prevención es, sin duda, la mejor arma. La regla de oro es simple y categórica: nunca conectes el cable de datos de tu móvil directamente a un puerto USB público desconocido. La solución más segura y eficaz es llevar siempre contigo tu propio adaptador de corriente y enchufarlo a una toma de pared tradicional. Otra alternativa excelente es invertir en una batería externa o ‘power bank’, lo que te proporciona autonomía energética sin depender de ninguna infraestructura ajena. Estos dispositivos te permiten cargar tu móvil en cualquier lugar de forma completamente segura, ya que no existe ninguna conexión de datos con terceros.


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