jueves, 17 julio 2025

La SEPI rescata, in extremis, la operación para que Sidenor compre Talgo

La confirmación el pasado martes de que la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales  (SEPI) entraría en la operación para que Sidenor compre el 29,7% de Talgo, el porcentaje del fabricante que controla el conglomerado Trilantic, es un acuerdo necesario para que la empresa española escape de sus problemas empresariales, pero que se había complicado por la sanción aplicada por Renfe por el retraso en sus entregas, como por la perdida de valor de las acciones de la empresa tras el acuerdo original, precisamente generada por el retraso de otras entregas.

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Según ha publicado El País, el acuerdo se realizó en una reunión entre Pedro Sánchez, y el lehendakari, Imanol Pradales. En la misma se habría acordado aprobar unos 75 millones de euros, que deberían servir para liberar la oferta de Sidenor, aunque todo apunta a que no se confirmará si la medida es suficiente al menos hasta el final del verano. De todos modos, a la espera de que se firmen los documentos necesarios, el movimiento de la SEPI es una buena noticia para el objetivo principal del Gobierno: Proteger la españolidad de Talgo al mismo tiempo que se arreglan sus problemas industriales. 

Es que la crisis alrededor de la compra de Talgo se inició por que la primera gran oferta, el intento de opa por parte de la empresa húngara Magyar Vagon, fue vetada para evitar que una empresa que se considera estratégica por parte del Gobierno. Posteriormente, también se hizo lo necesario para frenar los intentos de compra por parte de la polaca Pesa y la india Jupiter Wagons, por lo que Sidenor se transformó en la única opción del fabricante para conseguir un comprador. 

Se suma que, para el crecimiento del sistema de alta velocidad español, es clave que Talgo supere su crisis industrial. A pesar de la existencia del prototipo de CAF, el Oaris, los Avril siguen siendo la única opción de trenes en el mercado que pueden adaptarse a vías de ancho variable, como las que van a Galicia, lo que hace de la empresa una pieza clave para la segunda etapa de la liberalización de los trenes, cuando sea que ADIF dé el paso de anunciarla. 

RENEGOCIAR LA DEUDA DE TALGO

Ya hace unos días Sidenor, y el resto del grupo que busca acelerar la compra de Talgo, que también incluye al gobierno del País Vasco y las fundaciones BBK y Vital, adelantaron los 75 millones de euros a través de una línea adicional de crédito para renegociar la deuda del fabricante con los bancos acreedores, y se pedía un monto similar por parte de la SEPI.

El ministro de transporte Oscar Puente. Fuente: Agencias
El ministro de transporte Oscar Puente. Fuente: Agencias

La realidad es que el movimiento ayuda a resolver la situación, pero el más que probable retraso en la entrega de los trenes acordados con el operador alemán Deutsche Bahn y los más de 100 millones de euros adeudados por la sanción de Renfe ponen el reloj en contra de Talgo. Lo cierto es que es un problema que se ha complicado cada día que se ha retrasado el proceso de compra. 

LA PRESENCIA DE LA SEPI PARA PROTEGER A TALGO EN EL FUTURO

También es evidente que la cantidad de intereses internacionales que se han movido por el fabricante ha encendido las alarmas del Gobierno. El que la empresa se mantenga en manos ibéricas ha sido considerado un punto de honor tanto para el Ministro de Transporte y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, como para el de Industria y Turismo, Jordi Hereu. Ambos han asegurado que la empresa tiene un valor estratégico clave por sus conocimientos particulares sobre el sistema de alta velocidad español, lo que empujo la decisión de vetar la opa. 

Aun así queda la duda sobre el valor de Talgo como empresa. Aunque la oferta inicial de Sidenor alcanzaba los 4,15 euros por acción, la misma vale alrededor de 2,96 euros, y esto tras un empujón causado por el anuncio de presencia de la SEPI en el fabricante. Son datos que ponen el foco en lo mucho que se ha alargado el proceso de compra a pesar de los objetivos del gobierno. 


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