La deficiencia de hierro sigue siendo un trastorno nutricional con una prevalencia alarmante a nivel mundial, y algunas estadísticas sugieren que afecta gravemente a personas de todo el mundo. Puede afectar a personas de diversas edades y orígenes, pero tiende a ser más frecuente entre mujeres fértiles y embarazadas. Este problema a menudo desaparece al principio, pero gradualmente puede desencadenar síntomas que afectan el bienestar diario, como cansancio extremo y debilidad notable.
Al recibir un diagnóstico de deficiencia de hierro o anemia ferropénica, surgen muchas preguntas, como qué medidas se deben tomar ahora, cómo se pueden mejorar significativamente los hábitos alimenticios y si existe alguna forma de asimilar el mineral correctamente. Aquí te contamos bastante sobre lo que debes saber si tienes deficiencia de este mineral y cómo ayudar a tu organismo a asimilarlo mejor rápidamente.
3¿Qué factores subyacentes desencadenan una deficiencia grave?

- Aporte insuficiente en la dieta: una alimentación pobre en alimentos ricos en este mineral, especialmente en personas vegetarianas o veganas.
- Problemas de absorción: ciertas enfermedades, como la celiaquía o la enfermedad inflamatoria intestinal, pueden dificultar que el cuerpo absorba el hierro de los alimentos.
- Mayor demanda: durante el embarazo, el crecimiento infantil o periodos de entrenamiento físico intenso, el cuerpo necesita más hierro de lo habitual.
Varios factores oscuros pueden llevar precipitadamente a una persona a desarrollar deficiencia de hierro con bastante rapidez. Los casos frecuentes incluyen una pérdida significativa de sangre que generalmente resulta del flujo menstrual abundante en las mujeres. Puede deberse a hemorragias internas o problemas gastrointestinales y, a veces, las úlceras oscuras aparentemente también juegan un papel importante.