El queso en lonchas es un básico de la nevera: cómodo para sándwiches, para gratinar pasta o para comer sobre una tostada. Pero, ¿te has parado a pensar si lo que compras es queso auténtico o un sucedáneo ultraprocesado? La OCU ha puesto el foco en este formato y ha descubierto que muchos productos se desvían tanto de la tradición láctea como un atajo de montaña se aparta de la carretera.
Leer la letra pequeña de las etiquetas es ahora una obligación para evitar engaños que afectan la salud y el bolsillo. Porque lo que aparenta ser queso puede convertirse en un preparado con grasas vegetales, almidones y aditivos, sin apenas proteínas ni calcio de calidad. Esta advertencia de la OCU cambia la forma de elegir en el súper.
5La sentencia de la OCU sobre las lonchas falsas

La OCU dictamina que cualquier loncha sin un porcentaje mínimo de leche fresca o cuajo merece la etiqueta de “preparado fundido”, no de queso. Este cambio en la nomenclatura es clave para distinguir el auténtico queso de sus imitaciones baratas.
A partir de ahora, la OCU exige que la normativa recoja un umbral mínimo de lácteos en lonchas. Sin esa barrera legal, los fabricantes seguirán aprovechando la confusión para vender grasas vegetales. La propuesta pretende restablecer la transparencia en la estantería y proteger la cesta de la compra familiar…