El queso en lonchas es un básico de la nevera: cómodo para sándwiches, para gratinar pasta o para comer sobre una tostada. Pero, ¿te has parado a pensar si lo que compras es queso auténtico o un sucedáneo ultraprocesado? La OCU ha puesto el foco en este formato y ha descubierto que muchos productos se desvían tanto de la tradición láctea como un atajo de montaña se aparta de la carretera.
Leer la letra pequeña de las etiquetas es ahora una obligación para evitar engaños que afectan la salud y el bolsillo. Porque lo que aparenta ser queso puede convertirse en un preparado con grasas vegetales, almidones y aditivos, sin apenas proteínas ni calcio de calidad. Esta advertencia de la OCU cambia la forma de elegir en el súper.
2Qué ingredientes esconden esas lonchas

En vez de leche y cuajo, muchos quesos en lonchas esconden aceites de palma, almidones, colorantes y aromas artificiales. El balance de ingredientes revela que la grasa vegetal sustituye a los lácteos reales.
El proceso de fundido añade emulgentes para unir los componentes y estabilizar la textura, mientras los almidones actúan como relleno barato. El color naranja proviene de carotenos sintéticos, y el aroma, de acetato de etilo o etilvanilina. El resultado engaña a la vista y al olfato, pero empobrece en proteínas y calcio. La OCU concluye que esos preparados deben etiquetarse correctamente para no confundir al consumidor…