En verano, muchas ciudades se vacían de coches, pero otras, atraídas por el turismo, se colapsan hasta la exasperación. Para combatir esos embotellamientos, la DGT baraja propuestas destinadas a descongestionar vías, tanto en temporada alta como durante el resto del año. Sin embargo, algunas de esas ideas amenazan con convertirse en un esfuerzo colectivo que podría pasar factura en el bolsillo de los conductores.
Con medidas que van desde imponer cuotas a visitantes foráneos hasta restringir el acceso según ocupación, la prioridad de la DGT choca con la practicidad diaria. Porque, aunque aplaudamos menos atascos, no conviene olvidar que todo tiene un precio: ya no solo en tiempo, sino también en tarifas y limitaciones que pronto podrías sentir en tu cartera.
1DGT: carriles de alta ocupación para todos

La DGT estudia aplicar la normativa europea de carriles VAO —vehículos de alta ocupación— a la circulación general, exigiendo al menos dos personas por coche en vías muy transitadas. Solo los vehículos con dos o más ocupantes circularían sin restricciones, mientras el resto quedaría fuera del carril.
En países como Francia, cámaras térmicas detectan cuántas personas viajan a bordo y sancionan las infracciones automáticamente. Ahora, la DGT valora instalar un sistema similar en carreteras clave, especialmente en la Comunidad de Madrid. El objetivo es claro reducir el número de coches en el tramo más sensible y mejorar la fluidez, aunque ello signifique invertir en tecnología y afrontar debates sobre privacidad.