Si tu ventilador apenas mueve el aire y el calor sigue allí, es más un agitador de calor que un alivio. Muchos lo enfocan hacia el centro de la habitación pensando que refresca, pero ese gesto impide que el aire caliente salga. La clave consiste en usar el ventilador como extractor, expulsando el aire recalentado hacia fuera y dejando que entre aire fresco desde otro punto. Con este simple truco, el ventilador puede actuar casi como un aire acondicionado sin encenderlo.
Aprender a colocarlo correctamente, combinar ventanas abiertas y aprovechar las variaciones térmicas diarias transforma un electrodoméstico asequible en un sistema de ventilación mucho más eficaz. Solo así se consigue una corriente cruzada que renueva el aire y baja la temperatura interior, evitando derroches de energía y facturas más altas.
8Complementos caseros para mejorar

Además del hielo, un recipiente con agua helada o un paño húmedo colgado junto al extractor aumenta la humedad y la sensación de frescor. Esos recursos caseros, combinados con la posición inversa, multiplican la frescura sin recurrir a un verdadero aire acondicionado.
Igualmente, ventilar con un pequeño ventilador de sobremesa en puntos críticos, como pasillos o estancias interiores, ayuda a distribuir el aire fresco generado, creando un circuito de aire continuo por toda la vivienda.