Si tu ventilador apenas mueve el aire y el calor sigue allí, es más un agitador de calor que un alivio. Muchos lo enfocan hacia el centro de la habitación pensando que refresca, pero ese gesto impide que el aire caliente salga. La clave consiste en usar el ventilador como extractor, expulsando el aire recalentado hacia fuera y dejando que entre aire fresco desde otro punto. Con este simple truco, el ventilador puede actuar casi como un aire acondicionado sin encenderlo.
Aprender a colocarlo correctamente, combinar ventanas abiertas y aprovechar las variaciones térmicas diarias transforma un electrodoméstico asequible en un sistema de ventilación mucho más eficaz. Solo así se consigue una corriente cruzada que renueva el aire y baja la temperatura interior, evitando derroches de energía y facturas más altas.
6Ubicación óptima del ventilador

Coloca el ventilador a nivel del suelo o a media altura, apuntando hacia la ventana abierta y ligeramente inclinado hacia arriba. Esta colocación ayuda a extraer el aire caliente que se acumula en la parte superior de la habitación.
Evita situarlo demasiado cerca de la ventana, donde la brisa puede revertir el flujo. Ajusta ligeros ángulos para captar el aire caliente que sube y dirigrlo al exterior con mayor eficacia, reforzando la ventilación cruzada.