Si tu ventilador apenas mueve el aire y el calor sigue allí, es más un agitador de calor que un alivio. Muchos lo enfocan hacia el centro de la habitación pensando que refresca, pero ese gesto impide que el aire caliente salga. La clave consiste en usar el ventilador como extractor, expulsando el aire recalentado hacia fuera y dejando que entre aire fresco desde otro punto. Con este simple truco, el ventilador puede actuar casi como un aire acondicionado sin encenderlo.
Aprender a colocarlo correctamente, combinar ventanas abiertas y aprovechar las variaciones térmicas diarias transforma un electrodoméstico asequible en un sistema de ventilación mucho más eficaz. Solo así se consigue una corriente cruzada que renueva el aire y baja la temperatura interior, evitando derroches de energía y facturas más altas.
2El principio de la ventilación cruzada

Para que el sistema funcione, abre una ventana o puerta en el lado opuesto de la casa. El aire fresco entrara por un lado mientras el ventilador expulsa el aire caliente por la ventana opuesta. La corriente cruzada resultante refresca el ambiente casi tanto como un equipo de aire acondicionado, pero con coste cero de consumo extra.
Este método aprovecha la diferencia de temperatura entre el interior y el exterior, creando un flujo continuo de aire. Al respetar el principio básico de ventilación natural, el calor abandona las habitaciones y el aire se renueva constantemente, manteniendo una sensación más cómoda.