El miércoles 16 de julio, la serie Valle Salvaje vuelve a demostrar que es uno de los dramas más adictivos de la televisión. El embarazo inesperado de Julito, la frialdad de su madre y la explosión en el seno de una familia marcarán el punto de inflexión de la historia. Adriana y Julio viven un momento decisivo de su vida que podría marcar el futuro de una pareja. Y en la Casa Pequeña, la tensión llega a su punto de ebullición a través de una de esas revelaciones que lo cambiará todo. La serie encarna como ninguna otra, la construcción de personajes con matices donde se desarrolla un capítulo. Las emociones brotan, las máscaras caen.
3UN EQUILIBRIO A PUNTO DE ROMPERSE

El capítulo 209 de Valle Salvaje no es solo una entrega más; es un verdadero terremoto. Las piezas del juego han comenzado a moverse, y nada será igual a partir de ahora. Adriana y Julio tendrán que llevar a cabo un embarazo que, en lugar de unirlos, podría enterrar sus mentiras bajo el peso de la verdadera realidad.
Por su parte, en la Casa Pequeña, la declaración de Alejo no es solo una llamada de auxilio, sino que puede ser una cerilla capaz de incendiar todo Valle Salvaje. José Luis, habituado a llevar la delantera en todos los movimientos, se enfrenta por primera vez a una revuelta dispuesta a fracturar su poder. La pregunta es: ¿quién formará parte de la guerra?
Lo, cierto, no es lo que ha pasado, sino lo que vendrá. Adriana, entre la búsqueda del amor por Rafael y la devoción que siente por Julio, se verá en la tesitura de determinar una decisión que le marcará el porvenir. Alejo, que se ha convertido en un héroe accidental, debiendo determinar entre la prudencia y la justicia. Y José Luis, herido en su orgullo, es capaz de cualquier cosa por sólo recuperar el mando. El valle se ha convertido en un campo de batalla donde el amor, el poder y la venganza chocarán con una fuerza imparable.