Hay que cenar, pero más temprano, eso es lo que indican los expertos. Durante el verano, es muy común que los horarios de las comidas se desajusten. Las vacaciones, las cenas tardías en terrazas o ese helado nocturno de paseo son parte de la experiencia estival. Sin embargo, la ciencia lo deja claro: cenar tarde puede estar saboteando tu salud y tu metabolismo, y es probable que no te estés dando cuenta.
¿Sabías que cenar después de las 21:00 puede ralentizar la quema de calorías y aumentar tu apetito al día siguiente? Así es. Según recientes estudios, la hora a la que cenas influye directamente en cómo tu cuerpo procesa la comida, cómo almacena la grasa e incluso en el control de tus antojos. Si estás buscando sentirte mejor, evitar subir de peso este verano o simplemente descansar mejor por las noches, cambiar la hora de tu cena puede ser más importante de lo que crees.
10Tu cuerpo te lo agradecerá si cenas más temprano

En resumen, cenar más temprano no solo mejora la digestión, también favorece el descanso, reduce el apetito del día siguiente y te ayuda a quemar más calorías sin esfuerzo extra. No es necesario hacer dietas extremas ni vivir con hambre: a veces, pequeños ajustes en el horario tienen un gran impacto en tu bienestar.
Este verano, dale una oportunidad a una cena ligera y temprana. Verás cómo tu cuerpo se siente más ligero, descansas mejor y mantienes el equilibrio incluso en medio del calor y los antojos estivales.