Anabel Pantoja está atravesando un momento muy especial en su vida. A sus 39 años recién cumplidos, la influencer ha dejado atrás los episodios de agitación mediática y complicaciones médicas que marcaron el nacimiento de su hija Alma, y ahora se encuentra inmersa en una etapa más serena y emocionalmente significativa. Aunque su ritmo de vida no ha perdido intensidad —pasa sus días entre Sevilla, Córdoba y Canarias, donde reside habitualmente—, este verano está teniendo un tinte muy distinto para ella: es el primero que vive como madre, y eso lo cambia todo.
3El cambio de Anabel Pantoja

Este cumpleaños, marcado por la maternidad y por un nuevo sentido de la vida, ha dejado claro que Anabel Pantoja ha cambiado profundamente. La imagen pública de la mujer espontánea, divertida y mediática sigue presente, pero ahora se ha fusionado con una versión más introspectiva, sensible y entregada. Desde que Alma llegó a su mundo, el foco se ha desplazado. Ya no se trata tanto de ella, sino de lo que puede hacer para que su hija crezca feliz, acompañada y protegida. Y ese deseo tan humano, tan real y tan sincero, ha sido el gran protagonista de un cumpleaños que no ha pasado desapercibido.
En medio de todas las felicitaciones, de las publicaciones emotivas y de los mensajes de amigos y seguidores, ha quedado un eco claro: Anabel está viviendo su mejor momento emocional, pero no sin sombras. Su gran miedo no tiene que ver con ella, sino con la posibilidad de no poder estar al lado de su hija en el futuro. Es un temor silencioso, íntimo, que ha compartido sin tapujos, rompiendo una vez más la barrera entre la influencer y la persona. Y es precisamente esa franqueza, esa manera directa de exponer lo que siente, lo que ha conectado de forma tan profunda con quienes la siguen desde hace años.