Los huevos son uno de los productos que raramente faltan en cualquier cesta de la compra. Pero no todo es tan sencillo. Sin mirar con lupa la etiqueta, el consumidor ignora variaciones que superan el 25 % en pocas semanas. La OCU desvela ahora qué marcas defraudan y cuáles merecen cada céntimo, transformando la compra diaria en un ejercicio de vigilancia y criterio.
Saber qué hay detrás de “campero” o “ecológico” evita disgustos en la cocina y en la cartera. Aplicar el ojo crítico, comparar y exigir transparencia no es capricho: es la mejor fórmula para disfrutar de huevos realmente frescos sin dejarse engañar por el marketing.
9La revolución silenciosa en tu cocina

El informe de la Organización no es un simple ranking: es un reto para la industria y un empujón al consumidor. Comprar huevos deja de ser un acto mecánico para convertirse en un gesto de conocimiento. Cada decena de huevos adquirida con criterio es un voto a favor de la calidad y la transparencia.
Cuando la próxima vez te acerques al lineal, no bastará con fiarte de la publicidad. Revisar la fecha de puesta, comparar marcas y recordar este análisis serán las claves para no volver a caer en la trampa del huevo de imitación. Tu cocina —y tu bolsillo— te lo agradecerán.