Los huevos son uno de los productos que raramente faltan en cualquier cesta de la compra. Pero no todo es tan sencillo. Sin mirar con lupa la etiqueta, el consumidor ignora variaciones que superan el 25 % en pocas semanas. La OCU desvela ahora qué marcas defraudan y cuáles merecen cada céntimo, transformando la compra diaria en un ejercicio de vigilancia y criterio.
Saber qué hay detrás de “campero” o “ecológico” evita disgustos en la cocina y en la cartera. Aplicar el ojo crítico, comparar y exigir transparencia no es capricho: es la mejor fórmula para disfrutar de huevos realmente frescos sin dejarse engañar por el marketing.
8Hacia un consumidor bien informado

Elegir con criterio implica descifrar el código del huevo (0 ecológico, 1 campero, 2 suelo, 3 jaula) y buscar proximidad geográfica. Pero también implica repensar hábitos de compra y leer con atención cada etiqueta. La OCU insiste en que el poder reside en manos del consumidor informado y exigente.
Ese poder, ejercido cada mañana al llenar el carrito, puede impulsar mejores prácticas en granjas y supermercados. La elección consciente promueve producción responsable y evita que la cuchara del marketing engañe al paladar.