Los huevos son uno de los productos que raramente faltan en cualquier cesta de la compra. Pero no todo es tan sencillo. Sin mirar con lupa la etiqueta, el consumidor ignora variaciones que superan el 25 % en pocas semanas. La OCU desvela ahora qué marcas defraudan y cuáles merecen cada céntimo, transformando la compra diaria en un ejercicio de vigilancia y criterio.
Saber qué hay detrás de “campero” o “ecológico” evita disgustos en la cocina y en la cartera. Aplicar el ojo crítico, comparar y exigir transparencia no es capricho: es la mejor fórmula para disfrutar de huevos realmente frescos sin dejarse engañar por el marketing.
5Ecológicos: ni todos cumplen el estándar

En el segmento orgánico se mezcla lo excelente con lo mediocre. La OCU destaca marcas como Rujamar que ofrecen yemas intensas y sabor punzante, mientras otras ecológicas defraudan en textura y aroma. El sello de “ecológico” no basta si no se controla la alimentación y el espacio de las gallinas.
El estudio revela que algunos productos llevan aditivos nutricionales para enmascarar deficiencias, una práctica que choca con la promesa de naturalidad. La confianza en lo “bio” exige datos y trazabilidad, no solo rótulos atractivos.