martes, 15 julio 2025

Los contratos de Glovo: Fijos discontinuos para adaptarse a la demanda

Los riders de Glovo ya tienen sus contratos en la mano, o en su móvil, pero justo cuando se daba por terminado el proceso de contratación se han llevado una última sorpresa desagradable. El texto del contrato específica en varios casos, algunos con las flotas que aún operan tercerizando el servicio de los repartidores, que «se concierta para realizar trabajos periódicos de carácter discontinuo». Esa realidad deja a los trabajadores en una situación preocupante, pues los que han pasado más tiempo con la plataforma saben que la demanda fluctúa durante todo el año, dependiendo de factores tan variados como el clima, las vacaciones de los usuarios o los eventos deportivos del verano. 

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Lo cierto es que es otra dificultad importante que deben superar estos repartidores. No es un secreto que las exigencias de su puesto de trabajo en cuanto a horario y carga de pedidos son complejas y con un convenio de mensajería que no ha cambiado desde 2006, cuando aún no existían las plataformas de entrega de alimentos modernas como la propia Glovo, Uber Eats o Just Eats. Aun así, el tener contratos indefinidos con la empresa saca a los repartidores de la lista de autónomos y del paro, y les permite algunas ventajas que no tenían antes.

Fragmento contrato de Glovo enviado por un rider
Fragmento contrato de Glovo enviado por un rider

Aun así, para una parte de los repartidores es un ejemplo más de por qué estaban más cómodos con el formato de autónomos. Aunque había fechas en las que podían pasar horas esperando por un pedido, debido a la baja demanda, la realidad es que podían mantenerse facturando, lo que no ocurre si usando el formato de contrato discontinuo se les da de baja en algún momento del año.

Se suma, por supuesto, que el proceso ha sido más complejo de lo que imaginaban los trabajadores, o incluso la empresa, y aunque ya no hay autónomos operando en la plataforma, sigue habiendo dudas que la empresa ha ido afrontando a medida que han aparecido. 

De momento no hay ningún repartidor al que le haya afectado esta medida. La preocupación va realmente alrededor del mes de agosto, uno de los de peor facturación para los repartidores en ciudades que se vacían, como Madrid.

En esa realidad es complicado ignorar lo que puede significar el nuevo modelo de contrato, que, por otro lado, será revisado con lupa por las instituciones y por los sindicatos que han considerado el tema de Glovo un punto de honor, sobre todo desde la aprobación de la ley rider. 

LOS CONTRATOS DE GLOVO Y EL FIN DE LOS AUTÓNOMOS

La decisión de la empresa, anunciada el año pasado, un día antes del inicio del juicio contra el fundador y consejero delegado de Glovo, Oscar Pierre, fue el resultado de meses de presión por parte de instituciones y de empresas rivales, como el caso de Just Eat que los denunció por competencia desleal. La realidad es que desde la empresa siguen defendiendo que sus repartidores eran autónomos, que cumplían con la normativa, y que la mayoría de los mismos preferían seguir operando con este modelo. Al mismo tiempo, la realidad es que la discusión sobre su situación laboral está presente desde su fundación, y la aparición del resto de las aplicaciones de alimentos. 

En cualquier caso, es bueno señalar que la empresa ya ha demostrado su disposición de enderezar el rumbo de algunas decisiones en este proceso de contratación. El caso de los horarios, o la decisión de reducir los trabajadores contratados a través de empresas externas, muestran que Glovo entiende que debe dar cada paso con cuidado, incluso si ellos y su empresa matriz, la alemana Delivery Hero, han apartado 100 millones de euros para costear los gastos del proceso de contratación en 2025. 

UBER EATS SIGUE IGNORANDO EL CAMBIO DE MODELO

Mientras tanto, los ojos del sector están puestos en Uber Eats. La plataforma, derivada de la empresa de transporte que lleva su mismo nombre, sigue trabajando con repartidores autónomos en España, lo que los puede poner en la mira de instituciones, sindicatos y protestas. No parece casual que, en medio de la controversia por el cambio de modelo en Glovo y sus complejidades, su principal rival está entablando conversaciones con UGT para revisar su modelo de contrataciones. 

«UGT y Uber Eats han avanzado en la implementación de las líneas de acción definidas en el acuerdo. Este trabajo conjunto ha permitido identificar áreas de mejora para un sector en transformación, atendiendo a las necesidades reales de las personas que realizan trabajos en plataformas digitales», se leía en el comunicado enviado por ambas partes el pasado 8 de julio. Sin embargo, a pesar de estos acuerdos, de momento la empresa no ha recibido la misma presión que el unicornio español, algo que ha reclamado el propio Oscar Pierre. 


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