Viajar por carretera es una maravilla: paisajes, brisas y esa sensación de libertas sobre el asfalto. Pero no siempre es todo tan bonito. La seguridad importa, y por eso hay que cumplir una serie de reglas y de códigos. Que a su vez generan datos todos los años. La DGT coloca sus radares donde las estadísticas de siniestralidad y el volumen de tráfico más lo requieren, recordando que la velocidad sin control acarrea un golpe económico y moral.
En un país donde la conducción forma parte de la identidad diaria, conocer la localización de esos puntos de control es adquirir un superpoder. Planificar trayectos con apps de avisos y reducir la velocidad antes de entrar en cada tramo de riesgo evita facturas inesperadas. Frenar a tiempo no es solo prudencia, sino la mejor defensa ante la factura final y la tranquilidad de llegar sin sobresaltos.
6Tasas turísticas en Baleares

Para moderar el flujo masivo de turismo, Ibiza cobra 1 € por coche no residente y Mallorca sopesa tarifas de 35 a 150 € según la duración y tipo de vehículo. Estas tasas recuerdan que las islas no son un circuito de alta velocidad y buscan desincentivar el tráfico excesivo.
También la DGT evalúa limitar un coche por vivienda y promover carriles VAO, reservados a vehículos con dos o más ocupantes. Informes de la Universidad de Baleares apuntan a una posible reducción de hasta un 20 % en la circulación de vehículos particulares, mejorando la fluidez y la calidad del aire en las zonas más saturadas.