Este martes, el Parlamento Europeo (PE) ha dado su aprobación final a un cuerpo normativo con un objetivo claro: frenar la cada vez más peligrosa subida de los precios del gas, ligada en gran parte a la especulación. El Reglamento, ya acordado entre el Parlamento y el Consejo, amplía hasta el 31 de diciembre de 2027 el régimen de almacenamiento de gas adoptado en 2022.
Se temía que la anterior regulación, que fijaba el plazo de expiración a finales de 2025, estuviera generando especulación, empujando los precios al alza durante los meses de verano. En concreto, la norma obligaba a situar las reservas en el 90 % antes del 1 de noviembre.
MÁS ‘CANCHA’ PARA ATAJAR LA ESPECULACIÓN
El Reglamento aprobado este martes permite a los Estados miembros alcanzar el objetivo del 90 % de gas en sus almacenes en cualquier momento entre el 1 de octubre y el 1 de diciembre cada año. Una vez alcanzado ese umbral, no será obligatorio mantenerlo hasta el 1 de diciembre.
En caso de condiciones de mercado adversas, como indicios de especulación que dificulten la adquisición rentable de gas, los Estados miembros podrán desviarse del objetivo hasta un máximo de 10 puntos porcentuales. Si las circunstancias persisten, la Comisión podrá autorizar, mediante un acto delegado, un margen adicional de cinco puntos porcentuales durante una temporada de llenado.
El Parlamento respaldó la propuesta con 542 votos a favor, 109 en contra y 30 abstenciones. El texto deberá ser aprobado formalmente por el Consejo antes de su publicación en el Diario Oficial de la Unión Europea, un paso que suele ser una mera formalidad en la que los Estados miembros avalan la norma sin modificaciones.
MÁS BARRERAS AL GAS RUSO
La autoridad competente encargada de supervisar el llenado de gas en cada Estado miembro deberá facilitar información sobre la cantidad de gas procedente de Rusia, de conformidad con las propuestas presentadas por la Comisión Europea el 17 de junio. Esta medida permitirá controlar si el gas ruso sigue almacenándose en la Unión Europea.
El pasado 17 de junio, el Ejecutivo comunitario emitió una propuesta legislativa para eliminar de forma gradual y efectiva a la importación de gas y petróleo rusos para finales de 2027. Su propósito es poner fin a la exposición de la UE a los riesgos de seguridad económica y de mercado causados por la dependencia de los combustibles fósiles rusos y, en última instancia, impulsar la independencia energética y la competitividad de la Unión.
La propuesta de Reglamento prevé la eliminación progresiva y gradual del gas por gasoducto y del gas natural licuado (GNL) originarios o exportados directa o indirectamente de la Federación de Rusia. También presenta medidas para facilitar el cese total de las importaciones rusas de petróleo a finales de 2027, a más tardar.
LA PROPUESTA DE LA COMISIÓN INCLUYE PROHIBIR, a partir del 1 de enero de 2026, TODA IMPORTACIÓN de gas ruso realizada en el marco de nuevos contratos estarán prohibidas
Se exigirá a los Estados miembros que presenten planes de diversificación con medidas e hitos precisos para la eliminación gradual de las importaciones de hidrocarburos rusos.
Con arreglo a esta futura prohibición progresiva de las importaciones, las importaciones de gas ruso realizadas en el marco de nuevos contratos estarán prohibidas a partir del 1 de enero de 2026. Las importaciones realizadas en el marco de los contratos a corto plazo existentes se suspenderán a más tardar el 17 de junio de 2026, excepto las de gas por gasoducto suministrado a países sin litoral y las vinculadas a contratos a largo plazo, que se autorizarán hasta finales de 2027. Las importaciones realizadas en el marco de contratos a largo plazo se suspenderán, a más tardar, a finales de 2027.
También se prohibirán los contratos a largo plazo de servicios de terminales de GNL para clientes procedentes de Rusia o controlados por empresas rusas.