La Policía Nacional lanza una advertencia recurrente que, con la llegada de cada periodo vacacional, cobra una importancia vital y que, sin embargo, muchos siguen pasando por alto. La emoción del primer día de vacaciones es un torrente de euforia difícil de contener, un impulso que nos lleva a querer compartir nuestra alegría con el mundo a través de las redes sociales. La foto icónica: los billetes de avión o de tren sobre una mesa, junto al pasaporte y una taza de café, con el pie de foto «¡Nos vamos!». Lo que parece un gesto inocente y festivo es, en realidad, un error de seguridad garrafal, porque esa inocente fotografía es una invitación directa a que te arruinen el viaje antes incluso de que haya comenzado.
El problema no reside en compartir la felicidad, sino en la información que, sin ser conscientes, estamos regalando. Ese amasijo de líneas negras o ese cuadrado pixelado que adorna nuestro billete es mucho más que un simple código de embarque. Es una llave maestra que contiene una cantidad sorprendente de datos personales y que, en las manos equivocadas, puede convertirse en un arma para el fraude o el sabotaje. Ignorar las advertencias de la Policía Nacional sobre esta práctica es dejar una puerta abierta de par en par, subestimando la facilidad con la que un desconocido puede transformar nuestra ilusión en una auténtica pesadilla digital y real.
3MÁS ALLÁ DEL BILLETE DE AVIÓN: EL CATÁLOGO DE ERRORES DEL VERANEANTE

La alerta de la Policía Nacional no se limita únicamente a la foto de los billetes. La euforia vacacional nos lleva a cometer otros errores de bulto que comprometen la seguridad de nuestro hogar. Publicar mensajes como «¡Dos semanas de desconexión en el paraíso!» o compartir fotos en tiempo real desde una playa lejana es una práctica de alto riesgo. Sin darnos cuenta, estamos emitiendo un comunicado público que anuncia que nuestra vivienda estará vacía durante un periodo de tiempo determinado, una información de oro para los ladrones que monitorizan las redes sociales en busca de víctimas.
Además, hay que prestar atención a los detalles aparentemente triviales de nuestras fotografías. Una imagen de las maletas en el aeropuerto puede dejar a la vista la etiqueta de facturación, que a menudo contiene nuestra dirección postal. Una foto de la fachada de nuestro hotel puede, a través de la geolocalización, revelar nuestra ubicación exacta. La Policía Nacional advierte que incluso sin publicar el billete, las etiquetas de geolocalización automáticas activadas en el móvil pueden revelar la ubicación exacta desde la que publicamos, ya sea el aeropuerto de salida o nuestro destino.