domingo, 13 julio 2025

Así te puede multar la DGT por el estado de tus neumáticos aunque tengan el dibujo correcto

La DGT tiene en su punto de mira un aspecto del mantenimiento del vehículo que la mayoría de conductores cree tener bajo control, pero que esconde trampas que pueden costar muy caras. Todos sabemos que la profundidad del dibujo de los neumáticos no puede ser inferior a 1,6 milímetros, una cifra grabada a fuego en la mente de cualquier conductor. Sin embargo, lo que muchos ignoran es que superar esta prueba no es un salvoconducto universal. Existe una letra pequeña, una serie de condiciones que pueden convertir unos neumáticos aparentemente legales en motivo de una sanción considerable, porque ese mínimo legal no es la única barrera que nos separa de una sanción.

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La sorpresa llega cuando un agente nos detiene y, tras una inspección visual, nos informa de que nuestros neumáticos, a pesar de tener un surco profundo, no son aptos para la circulación. Esta situación, cada vez más frecuente en los controles de carretera, no es un capricho ni una interpretación subjetiva. Se basa en criterios de seguridad vial muy específicos que van más allá de una simple medida. La clave para entenderlo es que, la seguridad activa del vehículo depende de cuatro superficies de contacto no más grandes que la palma de una mano, y su estado óptimo es innegociable.

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EL DESGASTE IRREGULAR: LA PISTA DE UN PROBLEMA MAYOR

Fuente Propia

Un desgaste desigual en la banda de rodadura es un chivato, un claro indicativo para cualquier agente de la DGT de que algo no va bien en la mecánica del vehículo. Si el neumático se desgasta más por los bordes exteriores, suele ser un síntoma de una presión de inflado insuficiente. Si el desgaste se concentra en el centro, el problema es el contrario: un exceso de presión. Pero si el desgaste es asimétrico, afectando más a un lado que a otro, suele ser la señal inequívoca de una mala alineación de la dirección o de problemas en la suspensión.

En estos casos, la sanción no castiga únicamente el estado del neumático, sino el riesgo que supone circular con un vehículo que presenta deficiencias mecánicas graves. Una mala alineación no solo destruye los neumáticos prematuramente, sino que afecta a la estabilidad del coche, alarga la distancia de frenado y puede provocar reacciones extrañas en situaciones de emergencia. Por ello, la DGT considera que se está circulando con un vehículo defectuoso, lo que pone en riesgo no solo al conductor, sino también al resto de usuarios de la vía.


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