Durante años, hacer SEO era posicionarse en la primera página de Google. Con el tiempo, el objetivo fue estar en el primer resultado, la primera respuesta, luego en el featured snippet, y más recientemente, ganar visibilidad en búsquedas por voz. Pero hoy, la nueva batalla del SEO se juega en otro terreno: en el de la inteligencia artificial generativa.
Ya no se trata únicamente de convencer a un algoritmo para escalar posiciones, sino de convertirse en la fuente de información predilecta de una IA que responde sin que el usuario haga clic. En este nuevo escenario, ser citado o tomado como referencia por sistemas como ChatGPT, Gemini, Copilot o Perplexity se ha vuelto el nuevo oro del posicionamiento.
5La importancia de la redacción natural, pero estructurada

Uno de los errores más comunes que se comete hoy es escribir solo para la IA, olvidando a las personas. Pero si algo han demostrado los últimos cambios en los algoritmos es que los contenidos escritos de forma humanizada, clara y ordenada son mejor interpretados por los modelos de lenguaje.
Esto implica:
- Usar subtítulos claros que estructuren el texto.
- Apostar por frases completas y bien construidas.
- Redactar de forma conversacional pero profesional.
- Incluir ejemplos, datos y explicaciones detalladas.
En otras palabras, la IA valora los contenidos que realmente aportan valor, no los que solo repiten frases clave sin profundidad.