Durante el verano, la frescura de una pieza de fruta bien madura puede marcar la diferencia entre un bocadillo aburrido y un auténtico placer veraniego. Sin embargo, no todos los establecimientos mantienen la calidad al mismo nivel, lo que convierte cada compra en una pequeña lotería. Obviar este hecho lleva a decepciones al primer bocado, y también a una factura que sube sin que uno sepa muy bien por qué. La OCU
Con el calor apretando y la fruta accesible a todas horas, es esencial contar con datos confiables que orienten la elección. Apostar por un supermercado u otro sin información previa equivale a lanzarse a la piscina sin comprobar la temperatura: puede ser un acierto… o un auténtico suplicio.
9El ahorro inteligente pasa por planificar

Además de elegir bien el supermercado, organizar el menú semanal ayuda a comprar solo lo necesario. Organización insiste en que la planificación evita acumulaciones innecesarias, pues se adquiere la fruta justa para cada día y se consume en óptimas condiciones.
Con una lista clara y revisiones periódicas de despensa, se previene el deterioro de la fruta almacenada demasiado tiempo. Así, no solo se ahorra en la caja, sino que también se reduce el desperdicio y se aprovechan al máximo los nutrientes de cada pieza.