Durante el verano, la frescura de una pieza de fruta bien madura puede marcar la diferencia entre un bocadillo aburrido y un auténtico placer veraniego. Sin embargo, no todos los establecimientos mantienen la calidad al mismo nivel, lo que convierte cada compra en una pequeña lotería. Obviar este hecho lleva a decepciones al primer bocado, y también a una factura que sube sin que uno sepa muy bien por qué. La OCU
Con el calor apretando y la fruta accesible a todas horas, es esencial contar con datos confiables que orienten la elección. Apostar por un supermercado u otro sin información previa equivale a lanzarse a la piscina sin comprobar la temperatura: puede ser un acierto… o un auténtico suplicio.
7Cuidado extremo con la fruta cortada

Las porciones preparadas en bandejas ahorran trabajo, pero exigen precauciones. OCU advierte que la fruta cortada multiplica el riesgo de proliferación bacteriana, sobre todo en verano, cuando las altas temperaturas aceleran el deterioro.
La recomendación es consumirla en el mismo día o mantenerla a menos de 5 °C en refrigeración. Y, aunque resulte tentador llevar un melón ya troceado, conviene sopesar si merece la pena arriesgar la salud por ganar unos minutos de comodidad…