sábado, 12 julio 2025

José Ortega Cano confiesa cómo se encuentra su hijo tras la trágica muerte de Michu

La inesperada muerte de Michu Rodríguez, el pasado 8 de julio, ha dejado una profunda huella no solo en su familia más cercana, sino también en el entorno de quien fuera su pareja durante más de una década: José Fernando Ortega. A sus 33 años, Michu fallecía en su domicilio de Arcos de la Frontera como consecuencia de un problema cardíaco congénito, una dolencia que la joven arrastraba desde hacía años y que terminó apagando su vida de forma repentina. La noticia fue un auténtico mazazo para todos aquellos que formaron parte de su historia, entre ellos el padre de su hija, quien, pese a estar separado de ella desde hacía tiempo, no dudó en desplazarse de inmediato a Cádiz para despedirse y reencontrarse con la pequeña Rocío, que el pasado agosto cumplió ocho años.

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La triste muerte de Michu

El viaje a tierras andaluzas no lo hizo solo. Su hermana, Gloria Camila Ortega, le acompañó en un momento tan delicado, consciente del torbellino emocional que supone perder a alguien con quien compartiste tanto, incluso si la relación ya no era sentimental. La escena de su llegada a la estación de trenes de Jerez de la Frontera no pasó desapercibida. José Fernando, con gesto contenido y unas gafas oscuras que ocultaban su expresión, apareció en silencio ante los medios allí presentes. El único momento en el que respondió fue al ser preguntado si tenía ganas de ver a su hija. “”, contestó brevemente, sin detenerse.

A medida que fueron pasando las horas, empezaron a llegar más familiares a la localidad gaditana. Entre ellos, el propio José Ortega Cano, que aterrizó también en Jerez hacia el final de la jornada. A su llegada, fue recibido por su hermana Mari Carmen y por su cuñado Aniceto, que se desplazaron expresamente para darle su apoyo. El torero, pese a la difícil situación que atraviesa la familia, accedió a atender brevemente a los reporteros, y aclaró el estado en el que se encontraba su hijo. “Está bien”, afirmó con voz calmada, aunque sin ocultar que lo sucedido con Michu había sido “una desgracia”. Unas palabras breves, pero que trataban de transmitir tranquilidad en medio del revuelo mediático que rodea a este inesperado fallecimiento.

En su breve conversación con los medios, Ortega Cano también tuvo unas palabras para su nieta, a quien definió con orgullo como “una niña preciosa”. La pequeña Rocío ha crecido alejada de los focos, en un ambiente que sus padres han intentado preservar con discreción, a pesar de la compleja situación familiar que han vivido durante años. Su futuro es ahora una incógnita, especialmente tras la información que ha salido a la luz sobre los presuntos deseos que habría expresado Michu antes de morir. Según algunas fuentes, la joven habría querido que, en caso de su ausencia, la custodia de la menor quedase bajo el amparo de la familia paterna. Sobre este punto, Ortega Cano prefirió no pronunciarse de forma tajante. “No lo sé, hijo, ahora mismo no le puedo decir”, contestó sin dar más detalles, consciente de lo delicado del asunto y del impacto que puede tener cualquier palabra en estos momentos.

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