Al conducir por España los semáforos marcan el ritmo de llegada a cualquier lugar que sea el desitno final. Muchos conductores, incluso veteranos, dudan ante el cambio de color ámbar. La DGT ha recibido miles de consultas sobre esta señal intermedia, y por fin ha decidido intervenir para disipar las dudas que generan tensiones en miles de intersecciones.
Antes de poner rumbo a vuestro destino, conviene entender cada luz y su propósito. No es solo cuestión de no perder un segundo en verde, sino de garantizar que todos los ocupantes y peatones permanezcan a salvo. Comprender la función de ese destello amarillo ahorra disgustos y multas inesperadas: te lo contamos.
8Cómo reaccionar correctamente

Lo ideal es levantar el pie del acelerador al ver el amarillo y prepararse a detenerse con suavidad, evitando movimientos bruscos. Adoptar esa conducta: reduce la tensión entre conductores en intersecciones y previene maniobras peligrosas, según las recomendaciones oficiales de la DGT.
Si la proximidad al semáforo hace inseguro el frenazo, continuar con prudencia es aceptable. En ese caso, conviene modular la velocidad y evitar acelerones inesperados para no pillar desprevenido al coche de atrás. Esa flexibilidad, siempre ajustada a la ley, resulta clave en esquinas y calles estrechas.