Al conducir por España los semáforos marcan el ritmo de llegada a cualquier lugar que sea el desitno final. Muchos conductores, incluso veteranos, dudan ante el cambio de color ámbar. La DGT ha recibido miles de consultas sobre esta señal intermedia, y por fin ha decidido intervenir para disipar las dudas que generan tensiones en miles de intersecciones.
Antes de poner rumbo a vuestro destino, conviene entender cada luz y su propósito. No es solo cuestión de no perder un segundo en verde, sino de garantizar que todos los ocupantes y peatones permanezcan a salvo. Comprender la función de ese destello amarillo ahorra disgustos y multas inesperadas: te lo contamos.
4Un semáforo con base en psicología visual

El amarillo se asocia culturalmente con precaución, igual que en señales de obras o advertencias urbanas. Esa elección responde a cómo ell cerebro interpreta la luz cálida antes de un cambio. Transferir ese concepto al semáforo favorece una transición más natural y eficiente, según la DGT.
El uso del color ámbar durante 3 segundos —tiempo estándar en intersecciones urbanas— permite al conductor procesar la señal y decidir con antelación. La sincronización de esa fase reduce frenazos bruscos y mantiene un flujo más constante en avenidas y rotondas muy transitadas.