¿Sabías que solo unos pocos vehículos pueden circular a 150 km/h sin temor a multa? Para ello, la DGT concede la señal V-12 a aquellos coches que realizan ensayos controlados de velocidad en tramos predeterminados y debidamente señalizados. Este permiso no equivale a carta blanca si no a una autorización estricta que implica itinerarios delimitados y condiciones muy concretas.
Cada fabricante interesado debe solicitar la autorización a la DGT al menos tres días antes del inicio de las pruebas, presentando un expediente exhaustivo con datos técnicos y el itinerario previsto. Una vez aprobado, el vehículo recibe la placa V-12 —con las siglas F.V. en blanco sobre fondo rojo— junto a la matrícula delantera y trasera, lo cual le permite superar en 30 km/h el límite general de la vía, alcanzando hasta 150 km/h. La señalización especial y el comunicado previo a las autoridades garantizan que todo se realice bajo un control absoluto.
5Planificación y coordinación de cada prueba

Con la autorización en mano, la DGT traza el itineraro completo, señaliza el inicio y el fin de cada tramo V-12 y coordina horarios con el fabricante y los servicios de emergencia. Asimismo, se establece un protocolo de comunicación constante para resolver cualquier incidencia en tiempo real. No hay margen para sorpresas ni improvisaciones: cada kilómetro probado queda registrado y supervisado.
Los responsables de tráfico de la zona reciben notificaciones previas y disponen de toda la logística para intervenir de inmediato si hiciera falta, asegurando que la prueba se desarrolla sin contratiempos y sin poner en peligro al resto de conductores.