¿Sabías que los garbanzos son la legumbre más consumida en España? Sin embargo la OCU alerta de que su alto contenido en fibra y antinutrientes puede provocar gases y molestias digestivas si no los preparas correctamente. Un sencillo cambio en su remojo y cocción puede marcar la diferencia entre disfrutar de un hummus cremoso o sufrir hinchazón.
Platos tradicionales como el cocido madrileño o innovadores como el hummus saben de maravilla, pero a veces pesan demasiado en el estómago. La OCU explica que los antinutrientes naturales interfieren en la digestión y absorción de minerales como el hierro y el zinc. Remojar, escaldar y cocer correctamente puede transformar tu experiencia culinaria por completo.
6Germinación: nutrición y sabor en aumento

Germinar garbanzos durante dos o tres días activa procesos bioquímicos que degradan ácido fítico y elevan el contenido de vitaminas. La OCU señala que la germinación puede reducir hasta un 30 % de antinutrientes, mejorando la absorción de minerales. Además, aporta una textura crujiente y un sabor fresco ideal para ensaladas y bowls saludables. La germinación es un método natural para potenciar nutrientes y disfrutar sin molestias.
Para germinar, coloca los garbanzos remojados en un recipiente cubierto con tela y enjuágalos dos veces al día. Tras tres días, podrás cocinarlos directamente o incluirlos crudos en platillos frescos. Con este método, tus garbanzos ganan en textura, nutrientes y versatilidad en la cocina. Disfrutarás de legumbres ligeras, sabrosas y llenas de vida adicional.