miércoles, 9 julio 2025

A corto plazo, la economía de EEUU será la más afectada por los aranceles

IG Markets

Ninguna región se librará de los efectos de la batalla entre pesos pesados,explican Blerina Uruçi, Tomasz Wieladek, Ph.D., Christopher J. Kushlis, CFA, en T. Rowe Price.

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Si se aplican los aranceles de la administración Trump, así como cualquier represalia de los socios comerciales de Estados Unidos, llevará a un shock de oferta en el país norteamericano y un shock de demanda en el resto del mundo. La gravedad de estos shocks dependerá del resultado de las negociaciones comerciales en curso y de los desafíos legales.

Sin embargo, parece seguro que las dos mayores economías del mundo, China y EEUU experimentarán un crecimiento económico inferior al previsto a principios de año, y las consecuencias de esta situación se dejarán sentir en todo el planeta, independientemente de los acuerdos comerciales que se alcancen.

Estados Unidos se enfrenta a riesgos bajistas en sus perspectivas de crecimiento, incluso aunque se hayan suspendido los aranceles recíprocos con China y otros socios comerciales. Las empresas se enfrentan a un encarecimiento del precio de los bienes, lo que reducirá los márgenes de beneficio y podría obligar a algunas de ellas a reducir el gasto en inversión.

Es probable que los aranceles sobre los bienes de consumo reduzcan el poder adquisitivo real y frenen el gasto de los consumidores, que representa más del 70% del producto interior bruto estadounidense.

Cualquier presión adicional a la baja sobre el dólar estadounidense podría activar los riesgos al alza de la inflación.

Hasta ahora, el mercado de trabajo de EEUU no ha dejado de mostrar resistencia, pero los datos más recientes confirman que ha pasado de una situación excepcionalmente tensa en 2022-23 a otra más equilibrada ahora. Esto significa que el amortiguador del mercado de trabajo es ahora más débil que en cualquier otro momento post pandémico. En caso de una desestabilización importante y persistente de la actividad económica, una aceleración del ritmo de despidos provocaría un aumento de la tasa de desempleo.

Dolar estadounidense triste Canva Merca2.es
Dólar de EEUU. Canvas IA.

La Reserva Federal se encuentra en una posición difícil, al tener que ponderar el riesgo de una inflación impulsada por los aranceles con el apoyo a una economía debilitada. Es probable que esta tensión persista en 2025. El presidente Trump lleva tiempo presionando con fuerza a la Fed para que baje los tipos de interés, pero, por ahora, la independencia de esta institución se mantiene intacta.

En lo que queda de año, esperamos que la atención se centre en la desregulación y en medidas fiscales como recortes de impuestos, que podrían imprimir cierto impulso en el crecimiento estadounidense. Seguiremos de cerca estos acontecimientos, ya que podrían suponer riesgos al alza para las perspectivas tanto de crecimiento como de inflación. 

La guerra comercial de China brinda más opciones

China, principal objetivo de los aranceles estadounidenses, también tendrá que hacer frente a dificultades económicas en la segunda mitad del año, aunque de naturaleza diferente y probablemente menos graves que las que afronta Estados Unidos. Aunque las negociaciones entre ambos países han dado lugar a una reducción de los aranceles, los vigentes seguirán teniendo un gran impacto en el comercio entre EEUU y China.

“Si el 9 de julio no hay acuerdo con Japón o la UEM, el mercado se lo va a tomar muy mal”

Una ventaja con la que cuenta el país asiático es que, mientras Estados Unidos está ocupado librando una guerra comercial con casi todos los países del mundo, la guerra comercial de China se limita a EEUU. Por ello, es probable que China intente reconducir muchos de sus productos hacia otros países con aranceles más bajos.

Si esto ocurre a gran escala, mitigará las presiones deflacionistas y de crecimiento a las que se enfrenta China, aunque quizá no lo suficiente como para evitar una ralentización del crecimiento. Esperamos que Pekín recurra a un mix de estímulos monetarios y fiscales para compensar el lastre para el crecimiento que suponen los aranceles, pero dichas medidas se adoptarán progresivamente y en respuesta a los datos, en lugar de aplicarse todas de una vez.

aranceles pexels Merca2.es
Aranceles de EEUU. Agencias

Nadie se librará de los efectos de la batalla China-EEUU

Los aranceles de EEUU a China, a pesar de ser más leves de lo que parecían en primer momento, seguirán afectando a la zona euro de varias maneras: en primer lugar, porque su menor crecimiento reducirá la demanda china de exportaciones europeas; en segundo, porque los fabricantes chinos tratarán de redirigir sus exportaciones fuera de EEUU, lo que intensificará la competencia de los exportadores europeos en otros mercados; y en tercero, porque un aumento de las importaciones chinas ayudará a la desinflación de los bienes dentro de la propia zona euro.

Si se le añade el impacto directo de las propias tensiones comerciales de la zona euro con EEUU, es probable que estos efectos secundarios procedentes de China contribuyan la ralentización del crecimiento en Europa durante la segunda mitad del año. La inflación debería seguir disminuyendo a corto plazo y, aunque la reforma del tope al endeudamiento público en Alemania acabará impulsando la economía de la zona euro, es posible que esto tarde algún tiempo en materializarse.

Se espera que el crecimiento de los salarios de la zona euro siga cayendo, lo que dará al BCE un mayor margen para recortar los tipos, lo que esperamos que haga varias veces antes de que los riesgos de inflación vuelvan a subir en 2026.

También es probable que la presión deflacionista de China se extienda a otros mercados emergentes, ya que, al redirigirse los productos chinos a otros países de la región, se abaratarán los precios. La ralentización del crecimiento mundial y la caída de los precios de las materias primas podrían ejercer nuevas presiones deflacionistas en los mercados emergentes, por lo que es probable que los productores de materias primas sigan bajo presión.

Dada la incertidumbre, la mayoría de los bancos centrales de los países emergentes serán cautos y esperarán a que los datos les indiquen qué hacer en cada momento, si bien es cierto que el debilitamiento del dólar estadounidense dará a algunos de ellos mayor margen para recortar tipos sin arriesgarse a un desplome de sus divisas o a un repunte de la inflación.

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