Este verano las carreteras se convirtieron en un auténtico rompecabezas. Obras, desvíos y señales nuevas por doquier. La DGT decidió poner punto final al caos y lanzó un control masivo del 23 al 29 de junio. Miles de conductores ni se enteraron de los cambios.
Imagina circular con total normalidad y de repente recibir una multa. Es fácil pensar “a mí no me pasará”, pero basta un pequeño despiste para llevarte la sorpresa. ¿Quieres saber qué hicieron mal todos esos conductores? Sigue leyendo, porque el gran misterio se desvela en el tercer subtítulo.
8Alcohol y drogas, la peor combinación con obras

Los controles de la DGT también incluyeron pruebas de alcoholemia y drogas. Sesenta y tres conductores dieron positivo en alcohol y cincuenta en drogas. Conducir bajo efectos tóxicos en zonas de obra es desastroso.
El alcohol y las drogas nublan tu juicio y retrasan tus reflejos. En un tramo con cambios constantes, esa lentitud puede derivar en un choque que de momento evitas, pero que marcará tu vida y la de otros.