José Fernando Ortega atraviesa uno de los momentos más duros de su vida tras la repentina y trágica muerte de Michu, madre de su hija Rocío y su expareja durante una década. La joven, cuyo nombre real era María Rodríguez Gamaza, ha fallecido a los 33 años en su domicilio de Sanlúcar de Barrameda, en Cádiz, dejando tras de sí una estela de dolor y desconcierto. La noticia ha sido adelantada por la revista Semana y ha sacudido por completo a su entorno más cercano, especialmente al hijo de José Ortega Cano, que se encuentra profundamente afectado. Según fuentes próximas, José Fernando está devastado y ha decidido no hacer declaraciones públicas, optando por guardar silencio mientras asimila esta pérdida irreparable.
1La muerte de Michu

La inesperada muerte de Michu ha conmovido a todos quienes conocían su historia de lucha personal, marcada desde su nacimiento por una grave enfermedad congénita de corazón. A lo largo de su vida, la joven gaditana tuvo que ser intervenida en varias ocasiones para intentar mejorar su calidad de vida y retrasar la necesidad de un trasplante. Su situación médica la obligó a afrontar momentos muy duros, pero siempre mantuvo como prioridad el bienestar de su hija Rocío, fruto de su relación con José Fernando. La pequeña, de tan solo ocho años, se convierte ahora en el centro de todas las miradas y preocupaciones, al quedarse huérfana de madre a una edad tan temprana. Vivía con Michu en Sanlúcar, una ciudad en la que había encontrado una cierta estabilidad lejos del foco mediático.
A pesar de su frágil salud, Michu intentó siempre llevar una vida lo más normal posible. Tras alejarse de los medios y de la exposición pública que marcó su relación con el hijo del torero, se centró en criar a su hija y en su trabajo como consultora de una firma de belleza. Su vida dio un giro tras la maternidad, cuando en 2017 nació Rocío, a quien bautizó un año después en una ceremonia muy emotiva celebrada en Arcos de la Frontera. Aquel evento reunió a varias figuras destacadas del clan familiar de Ortega Cano, entre ellas su hermana Gloria Camila y Gloria Mohedano, hermana de la recordada Rocío Jurado. En aquel momento, la unión de la familia parecía firme en torno a la llegada de una nueva generación.
La historia de amor entre José Fernando y Michu estuvo plagada de altibajos desde que comenzó hace más de diez años. Durante todo ese tiempo, ambos vivieron momentos felices y otros muy complicados, pero siempre estuvieron vinculados por el amor a su hija. A pesar de haber puesto fin a su relación en el verano de 2023, su vínculo se mantuvo a través de Rocío, y en diciembre de ese mismo año fueron vistos juntos por última vez en un acto público. Ambos asistieron a un partido benéfico en el estadio Metropolitano, mostrando entonces una relación cordial y afectuosa pese a la separación sentimental y la distancia, ya que José Fernando se encontraba ingresado en un centro de rehabilitación en Ciempozuelos.