Deluz es un gran grupo de restauración sostenible. Dicho grupo nació el seis de enero de 2006 con la inauguración de su primer restaurante, Deluz. Actualmente y ya desde el 2020, este grupo de restauración es quien hace el catering de comida para los empleados de dos grandes empresas, Inditex y Acciona.
MERCA2 se ha puesto en contacto con Inditex para especificar cuáles son sus centros que cuentan con el menú del restaurante Deluz. «Por el momento, tan solo las dos plantas de logística situadas en Madrid, y la otra en Zaragoza, cuentan en sus comedores con la comida del restaurante Deluz», certifican desde Inditex.
En este contexto, lo que comenzó como un restaurante familiar en Santander se ha convertido en un grupo de economía social con más de 200 empleados. Deluz y Compañía, nombre completo del grupo, trabaja bajo un modelo de empresa social. Su plantilla está compuesta, en buena parte, por personas refugiadas, víctimas de trata, jóvenes extutelados o desempleados de larga duración. A todos ellos se les ofrece formación, estabilidad laboral y dignidad profesional.
Sin ir más lejos, su salto a los comedores corporativos marca un hito en su historia: alimentar a miles de trabajadores al día en las sedes de algunas de las compañías más importantes de España, con platos elaborados con productos de temporada, ecológicos y de cercanía, cocinados por personas que, hasta hace poco, estaban fuera del mercado laboral.

EL SALTO AL IBEX DE DELUZ GRACIAS A ACCIONA E INDITEX
En este contexto, tanto Inditex como Acciona han apostado por Deluz no solo como proveedor gastronómico, sino como socio estratégico en sus políticas de sostenibilidad y responsabilidad social. La elección de Deluz para gestionar sus comedores responde a un compromiso real con un modelo empresarial que prioriza el impacto positivo sobre el corto plazo económico.
Concretamente, en estos comedores, se sirven menús equilibrados, diseñados con criterios nutricionales y cocinados con productos de temporada, provenientes de una red de agricultores, ganaderos y pescadores sostenibles. Además, se evita el desperdicio alimentario, se utilizan envases compostables y se minimiza la huella de carbono.
EL MODELO EMPRESARIAL DE DELUZ CONQUISTA AL IBEX
«La cocina es un lenguaje universal, un lugar donde todos pueden empezar de cero», explican fuentes cercanas al grupo a MERCA2. En Deluz, los fogones son también escuelas de vida. La apuesta es clara: hacer buena comida y hacerlo bien, con un propósito más grande que el beneficio económico.
Siguiendo esta línea, un modelo que ha atraído el interés de grandes empresas comprometidas con la sostenibilidad y el impacto social, como Inditex y Acciona. Ambas han confiado en Deluz para la gestión de sus comedores corporativos, donde miles de empleados comen a diario. En estas cocinas, no hay procesados, ni menús estandarizados, sino platos caseros elaborados con ingredientes frescos, en su mayoría de origen ecológico y local.

Por otro lado, el éxito de Deluz no se basa únicamente en el producto final, sino en su filosofía laboral. En un sector como el de la hostelería, a menudo caracterizado por la precariedad, el grupo ha creado un modelo basado en la estabilidad, el respeto y la oportunidad. Unos valores que importan en el momento de qué grandes compañías elijan sus caterings para los empleados.
EL CRECIMIENTO DE DELUZ
Asimismo, el grupo ha creado un ecosistema de impacto que incluye a más de 120 productores locales, generando riqueza en el entorno rural y contribuyendo a dinamizar la economía local. Desde huertas ecológicas hasta ganaderías sostenibles, el origen de cada ingrediente forma parte del relato que construye Deluz: comer bien puede cambiar el mundo.
En junio de 2010 abrieron El Machi, la taberna marinera más antigua de Santander. Después se lanzaron a la aventura madrileña en abril de 2013 recuperando La Carmencita, la segunda taberna más antigua de Madrid. Su vecina de calle, la tasca neocastiza Celso y Manolo, abrió sus puertas en mayo de 2014. El tercer restaurante en Santander, llegó mayo de 2015, El Italiano. Y solo seis meses más tarde, La Vaquería Montañesa, en la capital. Siguiendo con el tostador social Café Angélica, que abrió sus puertas en abril de 2017, y La Caseta de Bombas, junto a la bahía de Santander, en junio de ese mismo año.

Deluz ha conseguido lo que muchas startups sociales sueñan: crecer sin renunciar a sus principios. Desde su sede en Santander, el grupo coordina un entramado que incluye varios restaurantes en Cantabria y Madrid, una línea de catering social, un obrador ecológico, un sistema de formación interna y la gestión de comedores escolares y corporativos.