Tanto RBC Capital Markets como Jefferies han evaluado la tasa de retribución financiera para las redes eléctricas propuesta por el regulador español, y la conclusión es unívoca: totalmente insuficiente, especialmente en estos tiempos de incertidumbre posteriores al ‘Gran Apagón’.
UN 6,5% MÁS PARA LAS REDES, FRENTE AL 7% QUE PEDÍA IBERDROLA
La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha propuesto una Tasa de Rentabilidad del Capital Promedio (WACC, por sus siglas en inglés) del 6,46% para las actividades de transmisión y distribución de electricidad para el período regulatorio comprendido entre 2026 y 2031. Esta tasa es notablemente inferior a la solicitada por las compañías eléctricas, agrupadas en torno a la patronal Aelec.
En concreto, las dos empresas más importantes del sector, Endesa e Iberdrola, solicitaron, respectivamente, 200 puntos básicos de incremento y alrededor de un 7% más. En el caso específico de Iberdrola, la compañía puntualizó que un aumento de dicha magnitud era necesario para poder equipararse a los ingresos que obtienen sus competidores en los mercados en los que opera.
La CNMC ha sometido la propuesta de retribución de redes a consulta pública, la cual estará abierta hasta el 4 de agosto. Cumplido este trámite, se estima que la determinación final del WACC se publique en octubre de 2025.

RBC AVISA: LAS INVERSIONES NECESARIAS ESTÁN EN PELIGRO
En su comentario al respecto, RBC Capital Markets se ha posicionado al lado de las eléctricas, aunque no es optimista sobre las posibilidades de éstas de obtener el porcentaje que creen necesario: «Esperamos una mejora en la tasa hasta la decisión final, aunque consideramos poco probable que alcance el nivel solicitado por las compañías de distribución eléctrica» -dice. «La incógnita es si el resto de los parámetros podrá compensar esta diferencia».
De hecho, según los cálculos de la consultora energética NERA, el conjunto de las compañías eléctricas solicitaban en promedio una tasa incluso más alta para sus redes, de aproximadamente el 7,5%, frente al 7% que pedía Iberdrola. En este sentido, los expertos de RBC no se muestran sorprendidos por el WACC del 6,46% presente en la iniciativa de Competencia, el cual «está en línea con el 6,5% que utilizamos en nuestros modelos, y que habíamos descrito como una base conservadora, anticipando un posible alza».
La cuestión ahora, plantea el comentario, si las compañías de distribución eléctrica llevarán a cabo las inversiones necesarias para la transición energética. «Nuestra primera impresión (sin conocer todos los detalles como incentivos o estándares de capex/opex) es negativa, y el aumento en la Base de Activos Regulados (RAB) asumido por la CNMC en su simulación (RAB conjunto en transmisión/distribución eléctrica pasando de 34.200 millones de euros en 2024 a 46.400 millones en 2029) podría no materializarse».

JEFFERIES, CRÍTICO Y OPTIMISTA A LA PAR
La visión de Jefferies, aunque coincidente con RBC en su negativa evaluación de la retribución dispuesta por el regulador, es bastante más optimista de cara al futuro.
«Aunque esto [la tasa del 6,46%] está en consonancia con las expectativas del mercado, creemos que la tasa propuesta sigue por debajo de lo que esperaban las empresas, en un rango de entre 7,0% y 7,5%, y continúa situándose por debajo de los niveles de rentabilidad observados en muchos otros marcos regulatorios europeos» -comenta- «Dicho esto, consideramos esta propuesta como un posible suelo, con las eléctricas españolas previsiblemente presionando para lograr mejoras durante el período de consulta, que estará abierto hasta el 4 de agosto».
Una vez finalizada la fase de escrutinio público, «la CNMC revisará los comentarios recibidos y presentará una propuesta revisada al Consejo de Estado, que dispondrá de hasta dos meses para emitir su dictamen conforme al procedimiento general», anticipa el banco estadounidense.
ESPAÑA NECESITA EL DESARROLLO DE REDES PARA AYER
Las reservas de los expertos sobre la cicatería del regulador en el pago por las redes son coherentes con los apremios del mercado a España para que desarrolle sus infraestructuras eléctricas. Y es que este momento histórico, en el que la transición energética entra en una nueva fase, es crucial.
En un reciente informe, la coalición Cleantech for Iberia, formada por actores clave del suministro energético ibérico, expone la insuficiencia del actual entramado de redes eléctricas con que cuenta la Península para hacer frente a los compromisos de descarbonización adoptados.
El documento argumenta que un Grid Deal (acuerdo de redes) es ahora esencial para completar la transición energética. Pide una transformación más rápida desde las actuales redes pasivas, sobreconstruidas y que requieren mucho capital a redes dinámicas, flexibles y operadas digitalmente en España y Portugal. Un cambio que, en última instancia, reduciría los cuellos de botella en las inversiones, mejoraría la utilización, reduciría los costes de consumo y permitiría la electrificación en todos los sectores.
La coalición destaca un dato que por sí solo revela la dimensión del reto: en España, las solicitudes de conexión a la red más que duplican los 30 gigavatios (GW) contratados actualmente.