La infanta Elena pudo haber sido la reina de España. Quienes siguen de cerca la historia reciente de la Casa Real española saben que la biografía de la infanta Elena está llena de momentos tan brillantes como dolorosos. Primogénita del entonces príncipe Juan Carlos y de la princesa Sofía, parecía destinada a ocupar un lugar central en la monarquía. Sin embargo, su nombre quedó relegado a un discreto segundo plano cuando se aprobó la Constitución de 1978 y, con ella, se mantuvo la preferencia del varón sobre la mujer en la línea de sucesión.
Según ha recordado la periodista Pilar Eyre en varios artículos publicados en el portal Lecturas.com, fue el propio Juan Carlos quien frenó cualquier posibilidad de que su hija llegara al trono, y lo hizo con una frase tan contundente como enigmática: “Mi hija mayor no está en condiciones de reinar”.
4Desgracias que marcaron su vida

Pilar Eyre dedica varios artículos en el portal Lecturas.com a enumerar los episodios dolorosos que marcaron a Elena.
- Desde su nacimiento, fue objeto de una gran presión, ya que sus padres deseaban un varón. Aquel deseo no cumplido marcó su infancia con una sombra de decepción impuesta por la tradición monárquica. Su abuela, doña María de las Mercedes, también tuvo comentarios poco amables hacia ella. Según recoge Eyre, le llegó a decir que jamás sería buena amazona “porque es demasiado grandota”.
- La presión por casarse fue otra constante. Tras algunos romances que no cuajaron, contrajo matrimonio con Jaime de Marichalar. Fue una relación complicada, atravesada por rumores y problemas de salud, como el ictus que él sufrió en 2001. Durante el tiempo que Elena pasó en Nueva York cuidando de su marido, sufrió un aborto. Aquella pérdida supuso un golpe emocional profundo. Finalmente, en 2009, el matrimonio llegó a su fin con el divorcio.
- Desde entonces, Elena no ha vuelto a formar pareja conocida. Ha aprendido a vivir sola, rodeada del afecto de sus hijos, su familia y un grupo cercano de amigos. También ha sido un gran apoyo para su hermana Cristina durante su proceso de separación de Iñaki Urdangarin, consolidando entre ambas un vínculo que ha resistido los golpes mediáticos y personales.