La DGT podría quedarse sin uno de sus métodos más icónicos para frenar la conducción bajo efectos del alcohol: los soplidos improvisados con linternas y tubos de plástico. Hoy existe un sistema llamado alcoholock que impide arrancar el motor si detecta alcohol en tu aliento, y desde el 6 de julio de 2022 todos los coches nuevos en Europa deben llevar la preinstalación lista para activarse.
Mientras seguimos recurriendo a multas y retenes, los datos del Instituto Nacional de Toxicología no mejoran: entre un 40 % y un 50 % de los fallecidos en accidente presentan alcohol en sangre. El alcoholock convierte a cada vehículo en un guardián automático de la seguridad, ofreciendo una solución definitiva donde las campañas y sanciones han fracasado.
4Suecia, el laboratorio nórdico de éxito

Suecia, país que antaño lideraba las estadísticas de alcoholemia en carretera, adoptó el alcoholock y redujo drásticamente sus accidentes relacionados con la bebida. Menos fallecidos, menos heridos y conductores más responsables: ese es el balance sueco. Sus resultados sirvieron de ejemplo para el resto de Europa.
Hoy, flotas de transporte público y vehículos privados en varios países: incluyen este mecanismo, demostrando que la tecnología puede superar las limitaciones de los métodos tradicionales. España, con su infraestructura de talleres y centros de ITV, está lista para integrar la revolución de la DGT.