La DGT podría quedarse sin uno de sus métodos más icónicos para frenar la conducción bajo efectos del alcohol: los soplidos improvisados con linternas y tubos de plástico. Hoy existe un sistema llamado alcoholock que impide arrancar el motor si detecta alcohol en tu aliento, y desde el 6 de julio de 2022 todos los coches nuevos en Europa deben llevar la preinstalación lista para activarse.
Mientras seguimos recurriendo a multas y retenes, los datos del Instituto Nacional de Toxicología no mejoran: entre un 40 % y un 50 % de los fallecidos en accidente presentan alcohol en sangre. El alcoholock convierte a cada vehículo en un guardián automático de la seguridad, ofreciendo una solución definitiva donde las campañas y sanciones han fracasado.
2La estadística que encendió las alarmas

Los informes del Instituto Nacional de Toxicología son contundentes: entre un 40 % y un 50 % de las víctimas mortales presentan alcohol en sangre. Esa cifra exige algo más que multas; exige un cambio de paradigma donde la prevención sea automática y constante, no esporádica y dependiente de la presencia policial de la DGT.
Fue así como la Unión Europea aprobó la normativa de julio de 2022, dando luz verde a un mecanismo infalible y elevando el estándar de seguridad vial a nivel comunitario. España, con su larga tradición de controles manuales, deberá adaptarse a esta nueva realidad tecnológica.