Este año, junio rompió todos los récords de calor: la temperatura media estuvo más de un grado por encima de lo normal. Caminar por la calle se siente como caminar dentro de un horno. Salir a hacer deporte en verano al aire libre se ha convertido en un acto de valentía.
Sin embargo, nuestro cuerpo y nuestra mente necesitan mantener la rutina de ejercicio. Reconocer que el calor extremo exige ajustes es el primer paso. Cambiar horarios, deportes e intensidad puede marcar la diferencia entre colgar las zapatillas o seguir en forma. La gran revelación llegará en el tercer subtítulo.
8Señales de que el calor es demasiado intenso

Incluso con todos los trucos, hay días que superan tu margen de seguridad. Cuando el mercurio marque más de 32 °C o 35 C, según tu adaptación, es preferible posponer tu deporte en verano. Superar esos límites puede llevarte a sufrir hipertermia.
Dolor de cabeza, náuseas, calambres o visión borrosa son síntomas de alarma. Ante cualquiera de ellos, detén la actividad, busca sombra y aplica frío. Prolongar la sesión en esas condiciones solo agrava el daño.