Este año, junio rompió todos los récords de calor: la temperatura media estuvo más de un grado por encima de lo normal. Caminar por la calle se siente como caminar dentro de un horno. Salir a hacer deporte en verano al aire libre se ha convertido en un acto de valentía.
Sin embargo, nuestro cuerpo y nuestra mente necesitan mantener la rutina de ejercicio. Reconocer que el calor extremo exige ajustes es el primer paso. Cambiar horarios, deportes e intensidad puede marcar la diferencia entre colgar las zapatillas o seguir en forma. La gran revelación llegará en el tercer subtítulo.
6Trucos de enfriamiento antes, durante y después

Para sacar el máximo partido a tu sesión, prepara métodos de enfriamiento: sumerge las muñecas en agua fría antes de empezar, lleva botellas con hielo y utiliza compresas en cuello y axilas entre series. Estos detalles pueden reducir hasta 5 °C tu percepción térmica.
Aplicar frío local evita calambres y acelera la recuperación. Y no olvides el contraste al salir: una ducha templada seguida de un chorro fresco ayuda a regular tu termostato interno.