Este año, junio rompió todos los récords de calor: la temperatura media estuvo más de un grado por encima de lo normal. Caminar por la calle se siente como caminar dentro de un horno. Salir a hacer deporte en verano al aire libre se ha convertido en un acto de valentía.
Sin embargo, nuestro cuerpo y nuestra mente necesitan mantener la rutina de ejercicio. Reconocer que el calor extremo exige ajustes es el primer paso. Cambiar horarios, deportes e intensidad puede marcar la diferencia entre colgar las zapatillas o seguir en forma. La gran revelación llegará en el tercer subtítulo.
10Mantener la motivación viva a prueba de calor

Entrenar acompañado acelera tu compromiso. Únete a grupos de aquafitness o a clubs de corrida nocturna. La energía colectiva y los retos compartidos impulsan tu constancia.
Comparte tus logros en redes o en apps de deporte y celebra cada avance. Mantener viva la emoción de superarte a ti mismo hace que ningún termómetro te detenga.Con el superconsejo acuático y estos ajustes a tu rutina, el verano dejará de ser una barrera para tu forma física. Entrenar bajo el sol nunca volverá a darte pereza. ¡Sumérgete y sigue adelante!